Por perdido
ya me veo
como un reo
temeroso,
que no pienso
ni un momento
juramento
valeroso.
Noble imperio del mar
villanos no han de privar.
Corre velas a torcer
que ya vuelve a amanecer.
Con ayuda del trabuco
en cabeza,
de repente me desnuco,
y un dulce escalofrío
me envuelve con fuerza y brío;
carezco ya de nobleza.
“Yace aquí
cierto hombre
cuyo nombre
no es vigor;
mas heroico
y cobarde
por alarde
de una flor”
Cómo lo haces?